La pureza como carta de triunfo
Shell utiliza la tecnología purePlus para establecer el punto de referencia en lo que respecta a la limpieza del motor.

La pureza como carta de triunfo

La idea de Shell es realmente obvia: en lugar de extraer aceites básicos del petróleo crudo, que está muy contaminado y debe limpiarse en muchos pasos, el fabricante de lubricantes produce sus aceites básicos a partir de gas natural mediante un proceso extremadamente complejo. Shell ha estado investigando la tecnología de “gas a líquidos” (GTL para abreviar) durante más de 40 años y actualmente es el único fabricante que convierte el gas en hidrocarburos líquidos mediante un proceso químico.
La ventaja: los aceites base GTL son muy ligeros. En la industria de los lubricantes se aplica la regla general: cuanto más ligero es el aceite base, más puro es. El proceso GTL se basa en la síntesis de Fischer-Tropsch, desarrollada por dos científicos alemanes en la década de 1920.
Emperador de la investigación
Shell ha seguido desarrollando este proceso desde 1973 y hasta el día de hoy posee más de 3.500 patentes. Los aceites base GTL se producen en Qatar y luego se envían a los tres centros de distribución de GTL en Houston, Hong Kong y Hamburgo para ser procesados en aceites de motor Shell Helix Ultra con tecnología PurePlus. Según Shell, Helix contiene moléculas limpiadoras activas que previenen los depósitos que reducen el rendimiento y garantizan así una buena respuesta del motor. Por cierto: Stell dice que invierte más en investigación y desarrollo que cualquier otra compañía energética internacional, 1.100 millones de dólares al año.