El poeta del motor.
Martin Wolf, con su empresa especializada, es el primer punto de contacto para los aficionados a los coches clásicos en lo que respecta al sellado de motores y grupos.

El poeta del motor.
En las naves y almacenes de la pequeña empresa Wolf Seals en Viena, Donaustadt, la materia prima se apila en estanterías de un metro de altura en una superficie de 600 m². Placas y rollos de cobre, caucho, corcho, materiales fibrosos, fieltros técnicos, grafito, mica o PTFE se utilizan para crear juntas planas con una precisión de unas pocas centésimas de milímetro mediante punzonadoras o máquinas CNC, muy solicitadas tanto en el ámbito del automóvil clásico como en la industria. Juntas de culata para pequeños motores de ciclomotor o potentes unidades de doce cilindros, juntas para tuberías de agua o centrales eléctricas con un diámetro de 2 metros: para Wolf no hay nada que no pueda sellar. Entre sus clientes, además de los talleres de coches antiguos, se encuentran también grandes compradores como la ÖBB, el ejército y la calefacción urbana, pero también la noria y el Liliputbahn del Prater de Viena. Wolf sabe exactamente qué materiales se necesitan para cada aplicación: algunos tienen que soportar altas presiones y temperaturas, otros tienen que soportar frío o humedad extremos. El accidente del transbordador espacial estadounidense Challenger en 1986 demostró lo peligroso que puede ser elegir una junta equivocada cuando fallaban los anillos de sellado de un cohete lateral de combustible sólido. Para mayor seguridad, Wolf excluye a los clientes de los sectores de tecnología médica y de aviación; Las cuestiones de responsabilidad en estas áreas son demasiado delicadas para el propietario de una pequeña empresa.
Empresa familiar con tradición
Martin Wolf creció en la empresa familiar que sus padres fundaron en 1970. Después de completar con éxito su formación comercial y de la repentina muerte de su padre, con sólo 21 años asumió la dirección. Tuvo que interrumpir su formación como ingeniero industrial: la responsabilidad de la empresa y la familia tomó prioridad. Hoy su empresa emplea a nueve personas, entre ellas su esposa, su hija y su socio. Los intensos contactos de Wolf con el mundo de los coches clásicos se produjeron cuando, siendo joven, presentó en la feria de coches clásicos de Tulln su oferta de poder fabricar juntas para todos los tipos y años de fabricación. Aunque Wolf regresó con numerosos pedidos, tuvo que hacer muchos sellos individuales a mano debido a la falta de herramientas de perforación adecuadas. Todavía recuerda los callos que sufrió en aquel entonces. Aunque los pedidos del sector de los coches clásicos actualmente sólo representan alrededor del diez por ciento de sus ventas totales, quiere seguir manteniendo el contacto. "Los contactos comerciales con clientes industriales suelen ser racionales, mientras que con clientes de coches clásicos son refrescantemente emocionales", afirma Martin Wolf, y se alegra cuando alguien le escribe una carta de agradecimiento o premia la precisión de su trabajo con pasteles o un vaso de miel.