El domador de jaguares

El domador de jaguares

Hace 21 años, Helmut Stipsits fue contratado como mecánico en Straight Eight, la forja de coches clásicos propiedad de la leyenda de la escena Franz Pollak en Leopoldsdorf, cerca de Viena. "Tenía un conocimiento increíble de las características técnicas de los coches de una amplia gama de marcas y aprendí muchísimo de él", dice hoy Stipsits. Tras la muerte de Pollak, Stipsits reabrió el negocio en 2010. Permaneció la clientela fiel y habitual de entusiastas de los coches clásicos, que apreciaban su concienzudo trabajo desde hacía años. “Casi ninguno de mis clientes habituales es más joven que yo”, sonríe este hombre de 59 años. Un grupo relativamente joven de cuarenta y tantos habitantes de Alta Austria, que formaron un club Jaguar y se abrieron paso en su taller, dan al experto en coches clásicos la esperanza de encontrar sangre nueva. “La fascinación que despiertan los automóviles clásicos no desaparecerá pronto”, está convencido. Con dos técnicos automotrices altamente especializados a su lado, se asegura de que las maravillas técnicas no sólo funcionen, sino que también brillen en todo su esplendor como recién salidas del showroom. "Para mis clientes la belleza es tan importante como el placer de conducir sin problemas técnicos", afirma Stipsits.

Stipsits comienza su jornada de trabajo a las cuatro de la mañana. “Puedo trabajar tranquilamente y sin que mis compañeros, clientes y representantes me distraigan”, afirma. “Vivo para la tecnología”, admite con franqueza y explica que una vez interrumpió su carrera de mecánico para trabajar como representante de ventas. “Después de seis meses, seguí mi pasión y regresé al taller”. En el espacioso pabellón Straight Eight, varios “puros” (Jaguar E) esperan ser restaurados o revisados, pero también están representadas las marcas Rolls Royce, Aston Martin y Maserati. "Ajustamos cada motor individualmente según los requisitos del cliente", explica Stipsits. Porque da igual si los clásicos, bellos y potentes motores de seis a doce cilindros de la era dorada de los motores de combustión del siglo pasado se utilizan para viajes ocasionales, para rallyes de coches antiguos o incluso para carreras en circuito. Un gran desafío para Stipsits es la calidad fluctuante de las piezas de repuesto disponibles en la actualidad. "Prefiero que algunas piezas, como las guías de válvula, se reproduzcan en una máquina CNC de una empresa asociada. Así puedo estar seguro de que las dimensiones son correctas hasta la milésima de milímetro."