Porsche 911: defecto en la llave
Un Porsche 911 de 13 años acaba en el taller de Josef Barbach con un problema inusual: las funciones de confort programadas individualmente en la llave del vehículo se vuelven locas.

Porsche 911: defecto en la llave

© Peter Seipel / ÖWV
En las variantes de equipamiento superior del Porsche 997, nombre interno del 911 fabricado desde 2004 hasta finales de 2012, la posición del asiento, la altura del volante, la posición de los espejos e incluso la emisora de radio se pueden adaptar a las necesidades y gustos personales del conductor mediante la programación de la llave del vehículo. Los ajustes se realizan automáticamente cuando lo desbloqueas, siempre que el sistema funcione como debería. Pero el 997, que un día acaba en el taller del especialista de Porsche Josef Barbach en Bad Vöslau, se niega obstinadamente a seguir las órdenes de control programadas y coloca los asientos, los espejos y el volante en una posición que obliga al conductor, por decir lo menos, a realizar contorsiones acrobáticas al sentarse. Los ajustes se pueden corregir fácilmente manualmente, pero el laborioso procedimiento se repite cada vez que se reinicia el deportivo. Como el 911 acababa de ser adquirido como vehículo usado, su nuevo propietario lo devolvió al concesionario. Intenta resolver el problema en el taller interno. Cuando no lo consigue, lleva el coche deportivo a Josef Barbach, un maestro del automóvil especializado en la tradicional marca alemana y que dirige un taller independiente en Bad Vöslau. Comienza un thriller de crímenes de diagnóstico.
- Erstdiagnose: Der Porsche ist mit zwei Schlüsseln ausgestattet, die nach den Vorlieben verschiedener Lenker individuell programmiert werden können. Doch beim Aufsperren mit Schlüssel 1 fährt der Sitz automatisch weit nach vorne und muss vom Lenker vor dem Einsteigen per Knopfdruck in die passende Position nach hinten gefahren werden. Beim Aufsperren mit Schlüssel 2 passiert das Gegenteil – der Sitz fährt weit zurück und muss manuell nach vorne gefahren werden.
- Der Kfz Meister versucht mehrmals, die Schlüssel nach den Vorschriften der Bedienungsanleitung neu zu programmieren. Er steckt Schlüssel 1 in das Zündschloss, stellt manuell die gewünschte Sitz-, Lenkrad- und Spiegelposition ein und drückt gleichzeitig die Memory- und Schlüsseltasten in der Türverkleidung. Fazit: Die falschen Einstellungen bleiben erhalten.
- Das Diagnosegerät wird angeschlossen, der Fehlerspeicher ausgelesen – kein Fehler wird angezeigt. Der naheliegende Verdacht: Ein Karosseriesteuergerät ist defekt und muss getauscht werden.
- Josef Barbachs Tochter Helga, die im Familienbetrieb mitarbeitet, wagt zuvor noch einen Versuch. Mit Schlüssel 1 im Zündschloss programmiert sie den Fahrersitz auf die vorderste, mit Schlüssel 2 auf die hinterste Position. Dabei stellt sich heraus, dass der Sitz nach dem Aufsperren mit beiden Schlüsseln in genau die gegenteilige als die einprogrammierte Position fährt.
- Helga Barbach findet dafür die einzig logische Erklärung: Die Schlüsselelektronik muss vertauscht worden sein. Die kleine Platine wird beim Batteriewechsel aus dem Schlüssel genommen, und wenn dies bei beiden Schlüsseln zugleich gemacht wird, kann es passieren, dass die Platinen danach verkehrt wieder eingesetzt werden. Helga Barbach tauscht kurzerhand die Platinen aus, das Problem ist behoben, der Fall gelöst.
Comentario: La comodidad es lo primero
Desafortunadamente, sólo unos pocos casos de reparación relacionados con la electrónica del vehículo son tan fáciles de resolver como el misterio del diagnóstico actual. En los vehículos de lujo, funciones como la iluminación del vehículo, el limpiaparabrisas, el inmovilizador, el mando a distancia, el climatizador, el sistema start-stop o el control de la presión de los neumáticos se gestionan mediante varias unidades de control de la carrocería. Estos se comunican entre sí y también con los componentes electrónicos a través de un sistema BUS. Dado que esta compleja red no facilita la búsqueda de un posible error, una tendencia actual en el desarrollo de vehículos es hacia una única unidad de control central de la carrocería. La ventaja: esto podría procesar una cantidad mucho mayor de datos mucho más rápidamente y ahorrar mazos de cables y peso. Los sistemas BUS comúnmente utilizados hoy en día, como CAN, FlexRay, LIN o MOST, serán sustituidos por el potente Ethernet, que permite un volumen de transferencia de datos de 100 Mbit/s entre los nodos de la red. Sólo nos queda esperar que los nuevos y potentes ordenadores de a bordo también estén suficientemente protegidos contra los ataques de los piratas informáticos.