Audi A3 Sportback: El cable defectuoso

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El Audi A3 Sportback quattro, de ocho años de antigüedad, no hacía ningún ruido, pero el encendido de la luz de control del motor indicaba un problema. Para estar seguro, su dueño lo llevó al taller y así le proporcionó el material para un nuevo diagnóstico de la historia del crimen. 

Der acht Jahre alte Audi A3 Sportback quattro machte zwar keine Mucken, doch das Aufleuchten der Motorkontrolllampe signalisierte ein Problem. Sicherheitshalber brachte ihn seine Besitzerin in die Werkstatt – und lieferte damit den Stoff für einen neuen Diagnosekrimi. 
El Audi A3 Sportback quattro, de ocho años de antigüedad, no hacía ningún ruido, pero el encendido de la luz de control del motor indicaba un problema. Para estar seguro, su dueño lo llevó al taller y así le proporcionó el material para un nuevo diagnóstico de la historia del crimen. 

Audi A3 Sportback: El cable defectuoso

Con 125.000 kilómetros recorridos, el Audi A3 Sportback quattro que recibió revisiones periódicas estaba en su mejor momento cuando se encendió la luz de verificación del motor, lo que indicaba un problema interno. Su propietario, que utiliza el vehículo compacto principalmente de forma privada en autopistas y carreteras rurales, así como en la ciudad, acudió al taller de Georg Ringseis en Viena-Landstrasse, especializado en electricidad para automóviles, para corregir el error antes de que pudiera provocar daños importantes. Pero lo que inicialmente parecía un paseo para el experto, al final resultó ser un agotador recorrido por la montaña con varias etapas:

▶ La lectura de la memoria de errores indica un filtro de partículas diésel lleno; Se recomienda y realiza una unidad de regeneración. Conclusión: El testigo se apaga, el problema parece solucionado por el momento. Ringseis recomienda al cliente utilizar un aditivo de combustible para limpiar el interior del motor y eliminar los depósitos que puedan estar presentes. 

▶ Unas cuatro semanas más tarde, el cliente vuelve a llamar al taller y el testigo de control se enciende de nuevo. Esta vez el análisis muestra que el sensor de presión diferencial informa un filtro de partículas lleno, a pesar de que fue regenerado recientemente. Se sospecha un defecto en el sensor y por lo tanto se reemplaza. Conclusión: Problema resuelto, pero sólo aparentemente.

▶ Catorce días después, el A3 vuelve a arrancar con el testigo de advertencia parpadeando. Esta vez el especialista optó por vendajes más duros y sometió el filtro de partículas a una limpieza química intensiva y luego a un proceso de regeneración. El éxito preliminar le da la razón. 

▶ Unos días más tarde, la clienta apenas llegó al taller con su A3, cuya unidad de control del motor ya estaba en modo de emergencia. El experto, desconcertado, pregunta directamente al fabricante, quien le aconseja actualizar el software. Dicho y hecho, el cliente vuelve a casa con su A3 supuestamente intacto, pero dos semanas más tarde vuelve a aparecer con el mismo problema, ¡por quinta vez!

▶ Según las instrucciones de reparación, ahora habría que cambiar el filtro de partículas, lo que le costaría al cliente más de 3.000 euros. Ringseis quiere ahorrarle esto e intenta cambiar los cables entre la unidad de control del motor y el sensor de presión diferencial; para alivio de su cliente, fue la decisión correcta. Ringseis: "¡Ha estado tranquilo desde entonces!"