Los combustibles electrónicos en pruebas prácticas
La Öamtc y sus organizaciones asociadas probaron la idoneidad práctica de los combustibles biogénicos y sintéticos.

Los combustibles electrónicos en pruebas prácticas
Las emisiones de CO2 del transporte por carretera deben reducirse significativamente para alcanzar los objetivos climáticos. Hay consenso al respecto, pero aún se está discutiendo el “cómo”. Para el Öamtc está claro: la electromovilidad desempeña un papel central, pero por sí sola no será suficiente. "Por eso, además de diversas medidas complementarias, abogamos por el uso rápido y generalizado de combustibles alternativos para los motores de combustión", explica el técnico jefe de Öamtc, Thomas Hametner. "La ventaja: la flota existente puede funcionar con menos CO2 o casi sin CO2, dependiendo del grado de mezcla con el combustible fósil".
Junto con sus organizaciones asociadas, la Öamtc ha probado la idoneidad práctica de combustibles biogénicos y sintéticos. Hametner resume los resultados: "No hubo ningún problema durante el funcionamiento de los vehículos de prueba, independientemente del año de fabricación. Tampoco se midió un aumento de las emisiones contaminantes". Con el sustituto del diésel HVO ocurrió incluso lo contrario: las emisiones contaminantes disminuyeron ligeramente en la prueba y la capacidad de respuesta del motor mejoró debido a la mayor inflamabilidad del combustible. Se llevaron a cabo pruebas en el banco de pruebas de laboratorio para determinar si los vehículos cumplen los requisitos pertinentes para la homologación, incluso sin combustibles fósiles.
Se examinaron dos tipos de combustibles alternativos: los combustibles electrónicos, que se producen sintéticamente a partir de electricidad, agua y CO2 (que se extrae del aire o de los gases de escape industriales), y el sustituto del diésel HVO (aceites vegetales hidrogenados), que se obtiene a partir de aceites y grasas usados. Si bien estos últimos ya se están produciendo a mayor escala, los combustibles electrónicos aún se encuentran en sus primeras etapas: los fabricantes esperan un compromiso claro de los políticos antes de invertir en sistemas costosos. "Por supuesto, llevará tiempo aumentar la producción y producir grandes cantidades", afirma Hametner. "Sin embargo, también es posible una combinación de combustibles alternativos y fósiles, de modo que la cuota de combustible electrónico pueda aumentarse continuamente. De esta manera, se podría reducir continuamente la cuota de combustibles fósiles en la flota existente, lo que contribuiría de forma importante a la protección del medio ambiente".
También está claro que se debe utilizar energía procedente de fuentes renovables para producir combustibles electrónicos para que puedan aprovechar su ventaja de CO2. Esto es difícilmente posible en Austria o Europa. Por lo tanto, la producción a escala industrial sólo tiene sentido en zonas del mundo con mucho viento y sol. Sin embargo, esto implica largas rutas de transporte, lo que reduce significativamente la eficiencia. Por otro lado, según el experto de Öamtc: "A diferencia de la electricidad, los combustibles electrónicos se pueden almacenar y transportar a largas distancias con relativa facilidad. Si queremos alcanzar los objetivos climáticos, tenemos que aprovechar todas las posibilidades, incluyendo la electromovilidad y los combustibles alternativos".