85 años del huevo de Gotinga
En 1939, un ingeniero de vehículos alemán diseñó el sedán familiar más aerodinámico de todos los tiempos.

85 años del huevo de Gotinga
El ingeniero automovilístico alemán Karl Schlör observó con atención las agujas de la escala de medición en el túnel de viento mientras la tormenta desatada por turbinas de alto rendimiento golpeaba la chapa en forma de lágrima de su vehículo experimental. Después de completar la serie de pruebas, estalló una ovación en el Instituto de Investigación Aerodinámica de Gotinga: con un coeficiente aerodinámico sensacionalmente bajo de 0,186, Schlör había logrado construir el que entonces era el monovolumen más aerodinámico de la historia del automóvil. Un récord que hasta el día de hoy no ha sido superado. El "Schlörwagen", también llamado "Huevo de Göttinger" o "ala sobre ruedas", tenía siete asientos, el conductor se sentaba entre los pasos de rueda que sobresalían hacia el interior del coche, en el centro de la cabina del piloto. Las ruedas que circulan dentro de la carrocería contribuyeron al bajo coeficiente de resistencia aerodinámica. Durante las mediciones de seguimiento realizadas en los años 70, los técnicos de Volkswagen incluso determinaron utilizando un modelo un coeficiente aerodinámico de 0,15. Para ponerlo en perspectiva: los coches actuales tienen un valor Cw medio de 0,24 a 0,3, el récord actual lo ostenta el Mercedes-Benz EQS con un valor Cw de 0,20.
El chasis del Schlörwagen se basaba en un Mercedes W28 170 H. La distancia entre ejes era de 2,60 metros, la longitud de 4,33, la altura de 1,48 y la anchura de 2,10 metros. La carrocería de aluminio tenía forma de lágrima, ventanas enrasadas con cristales curvos y suelo cerrado. Las pruebas de conducción mostraron que el comportamiento en carretera dejaba mucho que desear debido a que el motor trasero estaba colocado muy atrás y que la carrocería aerodinámica era muy susceptible a los vientos cruzados. El Schlörwagen alcanzaba una velocidad máxima de unos 135 km/h y, con 8 litros de gasolina cada 100 kilómetros, consumía entre un 20 y un 40 por ciento menos que el Mercedes W28 con el mismo motor. Presentado en la IAA de Berlín en 1939, el Schlörwagen causó sensación, pero su forma de lágrima no fue del agrado de todos. En 1942, el Schlörwagen recibió como prueba un propulsor de hélice con motor radial y realizó pruebas de conducción en Gotinga. El paradero del prototipo se documentó por última vez en agosto de 1948 en los terrenos del Centro Aeroespacial Alemán en Göttingen. Los intentos de Karl Schlör de entregar el cuerpo gravemente dañado a la administración militar británica fracasaron. Desde entonces, el Schlörwagen ha desaparecido sin dejar rastro.