Cuando los coches eléctricos se incendian

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Los entrenadores de HV Emanuel Wulgarellis y Andreas Nunberg intentaron apagar un coche eléctrico en llamas.

HV-Trainer Emanuel Wulgarellis und Andreas Nunberg inszenierten den Löschversuch eines brennenden Elektroautos.
Los entrenadores de HV Emanuel Wulgarellis y Andreas Nunberg intentaron apagar un coche eléctrico en llamas.

Cuando los coches eléctricos se incendian

En el lugar del incendio de Stockerau, Baja Austria, se pudo comprobar de forma impresionante lo que sucede cuando un coche eléctrico Think City comienza a arder después de ser atropellado por un coche o de haber atropellado un objeto voluminoso. La batería de iones de litio situada en el suelo del vehículo se incendió, prendió fuego a la carrocería de plástico y desafió todos los intentos de apagarla. Conclusión: El vehículo se quemó por completo. Los formadores de alto voltaje Emanuel Wulgarellis y Andreas Nunberg, junto con los bomberos profesionales de Viena y Rosenbauer, el fabricante de equipos contra incendios de Alta Austria, invitaron a la gente a ver los impresionantes fuegos artificiales para ilustrar los peligros de un incendio en una batería. Se llevó a cabo otra prueba de incendio y extinción con un paquete de baterías compuesto por un total de 18 celdas tipo bolsa. Los coches eléctricos modernos contienen varios paquetes de baterías de este tipo; Contienen electrolitos líquidos peligrosos para el fuego que se utilizan en las modernas celdas de iones de litio.

La celda de la batería en llamas escupe llamas brillantes y humo blanco al aire, y después de breves fases de aparente calma, el fuego comienza de nuevo, hasta que después de aproximadamente una hora se han quemado las 18 celdas de la bolsa. El proceso químico no se puede interrumpir por completo. Sin embargo, los bomberos pueden utilizar una punta hidráulica especial desarrollada por Rosenbauer para dirigir el agua al interior de la batería. El enfriamiento calma temporalmente el fuego, pero puede volver a estallar en cualquier momento. Roman Sykora y Marcus Wallner, ambos agentes de guardia del cuerpo de bomberos profesional de Viena con formación química, advierten sobre el cóctel tóxico en el humo de un incendio en una batería. "El humo negro es comparativamente inofensivo, pero el humo blanco es aún más tóxico", afirma Sykora. Además de hidrocarburos aromáticos, considerados cancerígenos, también contienen vapores de ácido clorhídrico y sulfúrico, cianuros, monóxido de carbono, ácido fosfórico y metales pesados ​​como níquel, manganeso y cobalto. Por ello, los expertos recomiendan acercarse al incendio de una batería únicamente con aparatos respiratorios intensos y viento de cola.