A menudo hay falta de comprensión”

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Erik Paul Papinski lamenta que más empresas especializadas no apoyen el proyecto IFL y explica por qué sería tan importante corregir errores en los tiempos de trabajo en los sistemas de cálculo informáticos habituales. 

Erik Paul Papinski bedauert, dass nicht mehr Fachbetriebe das IFL-Projekt unterstützen und erklärt, wieso es so wichtig wäre, Fehler bei den Arbeitszeiten in den gängigen EDV-gestützten Kalkulationssystemen zu korrigieren. 
Erik Paul Papinski lamenta que más empresas especializadas no apoyen el proyecto IFL y explica por qué sería tan importante corregir errores en los tiempos de trabajo en los sistemas de cálculo informáticos habituales. 

A menudo hay falta de comprensión”

Erik Papinski appelliert an die Mitarbeit der Betriebe.

"Creo que los austriacos a menudo piensan que pueden hacerlo todo y no necesitan a nadie". Con estas palabras, Erik Paul Papinski intenta encontrar una explicación a por qué no muchas más empresas especializadas apoyan el proyecto IFL. El IG de Tecnología y Pintura de Vehículos (IFL) se fundó en 2007 como grupo de interés para la industria de carrocería y pintura. El objetivo es identificar errores y deficiencias en las horas de trabajo en los sistemas habituales de cálculo informático (Eurotax, Schwacke, DAT, Audatex) y corregirlos en diálogo con los proveedores de cálculo de daños y los fabricantes de automóviles.

Papinski, que acaba de retirarse como maestro del gremio federal de carroceros y entregó el cetro a Manfred Kubik, también pudo conocer la situación en otros países como ex presidente de la AIRC (Asociación Mundial de Carroceros y Vehículos). Y admite que allí, por ejemplo en Alemania o Suiza, las reacciones no son más frecuentes. Sería importante que las empresas compartieran sus experiencias.

Números ficticios

"A menudo hay una falta de comprensión. No se trata de que los fabricantes, como algunos creen, desmonten los coches y los vuelvan a montar. Trabajan con cifras ficticias y simplemente extrapolan los tiempos de trabajo de los modelos anteriores a los nuevos", explica Papinski. "La computadora lo hace todo. Pero la inteligencia artificial es tan buena como las personas a las que alimenta". En la práctica, el diablo está en los detalles. Puede ocurrir que se estimen 1,5 horas para un proceso de trabajo que en realidad dura más de diez horas. “No basta con compartirlo con tus amigos, hay que denunciarlo y documentarlo”, dice Papinski, enfatizando que en tiempos de digitalización el trabajo que requiere esto sólo toma unos minutos.