Liqui Moly: cambio de software - GF hace furor
Liqui Moly se enfrenta a enormes dificultades de software. Esto afecta al balance semestral, molesta al director general y también hace sudar a los clientes. Ernst Prost, director general de Liqui Moly, comenta de forma sorprendentemente abierta.

Liqui Moly: cambio de software - GF hace furor
La introducción del nuevo software empresarial en enero se está convirtiendo en una obra permanente para Liqui Moly. Lo que en el especialista en aceites y aditivos debía simplificar los procesos y reducir costes, ocurre exactamente lo contrario y arruina el balance semestral. "Si cotizáramos en bolsa, tendría que advertir de una reducción de beneficios", afirma el director general Ernst Prost. El software empresarial se utiliza, entre otras cosas, para gestionar las compras, controlar la producción, gestionar los envíos y emitir facturas. Por eso es de vital importancia para Liqui Moly. El software anterior tenía décadas de antigüedad y estaba llegando cada vez más a sus límites. Por lo tanto, después de años de preparación, fue reemplazada a principios de año. Pero en lugar de los pequeños problemas de introducción esperados, surgieron enormes dificultades que continúan hasta el día de hoy. Dificultades que repercuten directamente en las operaciones empresariales. "A pesar del apoyo de reconocidas casas de software, todavía no podemos producir y entregar al nivel que nuestros clientes esperan de nosotros", afirma Ernst Prost.
Esto genera frustración y enojo en los clientes. "Nunca en toda mi vida profesional he tenido que pedir disculpas a mis clientes con tanta frecuencia como en los últimos seis meses. El rendimiento que estamos ofreciendo actualmente me duele profundamente", afirma Prost. Y genera costes adicionales considerables, por ejemplo para los contenedores que sólo pueden llenarse hasta la mitad con mercancías, para las compañías navieras que tienen que esperar más de lo previsto para la carga o para el transporte aéreo si las mercancías que se necesitan con urgencia ya no llegan a tiempo por barco. "Nuestros clientes no pueden solucionar nuestros problemas, por eso hacemos todo lo posible para que el impacto en ellos sea lo más pequeño posible y cubrir los costes adicionales". Por supuesto, no se limita a estos gastos. "Además de los enormes costes que supone el cambio de software en sí, cada día se añaden otros nuevos para la resolución de problemas".
Todo ello deja una huella clara en las cifras de negocio. En comparación con el primer semestre de 2018, las ventas solo cayeron ligeramente un 0,8 por ciento, hasta 259,6 millones de euros, y eso sólo porque la gran cantidad de pedidos pendientes no pudo procesarse por completo debido a problemas informáticos. Sin embargo, los ingresos semestrales cayeron alrededor de un 30 por ciento, hasta los 11 millones de euros. "Nunca hubiera pensado que un cambio de software en 2019 podría hacer que toda una empresa cayera en picada". La empresa con sede en Ulm (Alemania) llevaba mucho tiempo esperando el éxito: más ventas y más beneficios año tras año. La situación actual golpea inesperadamente a la empresa. Gracias al alto nivel de rendimiento, esto sólo significa una mella en los beneficios y está lejos de ser una situación que amenace la existencia de la empresa. "No aceptaremos un accionismo ciego en forma de reducción de jornada o recortes de empleo", afirma Ernst Prost. "Mantenemos el rumbo, continuamos expandiéndonos, continuamos contratando gente nueva, continuamos invirtiendo en nuevos productos y nuevos mercados".
Conclusión: No hay cambio de estrategia ni medidas de austeridad. Más bien al contrario: "Los problemas actuales nos han mostrado áreas en las que ahora invertiremos para mejorar aún más", afirma Prost. La construcción de un nuevo almacén central pretende simplificar la logística. "La tormenta que estamos viviendo actualmente es mucho más fuerte de lo previsto. En nuestro barco rompen olas altas, uno o dos marineros se mojan y algunos pasajeros se sienten mal. Pero nuestro barco está en condiciones de navegar y no corre peligro. Esta tormenta pasará pronto. Espero que, junto con nuestras empresas de software, podamos resolver los problemas informáticos a más tardar a finales de año".