Las empresas automotrices aumentaron sus activos líquidos un 6% en 2019, los márgenes en su nivel más bajo desde 2009

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Las ventas aumentaron casi un uno por ciento en 2019, siendo las empresas alemanas las que registraron el mayor crecimiento de ventas. Este es el resultado del estudio actual de la organización austriaca de auditoría y consultoría EY. Para 2020 se espera una “caída masiva de las ventas y los beneficios”.

Der Umsatz stieg 2019 um knapp ein Prozent, deutsche Konzerne verzeichneten das stärkste Umsatzwachstum. So das Ergebnis der aktuellen Studie der österreichischen Prüfungs- und Beratungsorganisation EY. Für 2020 werde ein "massiver Umsatz- und Gewinneinbruch" erwartet.
Las ventas aumentaron casi un uno por ciento en 2019, siendo las empresas alemanas las que registraron el mayor crecimiento de ventas. Este es el resultado del estudio actual de la organización austriaca de auditoría y consultoría EY. Para 2020 se espera una “caída masiva de las ventas y los beneficios”.

Las empresas automotrices aumentaron sus activos líquidos un 6% en 2019, los márgenes en su nivel más bajo desde 2009

La actual crisis del coronavirus está provocando el cierre de plantas de automóviles en todo el mundo y provocando el colapso de las ventas de coches nuevos. El resultado serán caídas masivas de las ventas y de los beneficios que durarán varios meses. Sin embargo, a la hora de afrontar la crisis actual, las empresas automovilísticas pueden contar con un gran colchón financiero: a finales de 2019, las 17 mayores empresas automovilísticas del mundo tenían activos líquidos por valor de 226.000 millones de euros, casi un seis por ciento más que el año anterior. Toyota tenía la mayor liquidez con casi 31 mil millones de euros, seguida de Volkswagen con casi 26 mil millones de euros, mientras que Honda y Daimler tenían 20 y 19 mil millones de euros respectivamente.

Mientras que en general la liquidez aumentó durante el año pasado, los beneficios cayeron bruscamente: el beneficio operativo de las 17 empresas analizadas se redujo en un 13 por ciento o 13 mil millones de euros a 85 mil millones de euros, el margen operativo cayó al 4,9 por ciento, alcanzando su nivel más bajo desde 2009. Estos son los resultados de un análisis de los indicadores financieros de las 17 mayores empresas automotrices del mundo, que la empresa de auditoría y consultoría EY prepara trimestralmente.

"La crisis del coronavirus provocará una caída sin precedentes de las ventas y los beneficios este año, y la industria del automóvil caerá profundamente en números rojos", afirma Gerhard Schwartz, socio y líder del sector de productos industriales de EY Austria. "E incluso si las restricciones se relajan en las próximas semanas y meses y la producción y las ventas comienzan de nuevo, la economía tardará mucho en alcanzar los niveles anteriores a la crisis. El aumento significativo del desempleo, las quiebras corporativas y la pérdida de ingresos frenarán la demanda. La industria automovilística seguirá luchando con las secuelas de la crisis mucho después del reinicio y probablemente serán necesarios incentivos gubernamentales para atraer clientes a los concesionarios de automóviles nuevamente". Sin embargo, Schwartz subraya que en general las empresas automovilísticas están actualmente relativamente bien equipadas con liquidez: "La industria puede soportar una interrupción de la producción de varias semanas, sobre todo porque algunas empresas ya han aprovechado la oportunidad en las últimas semanas para abastecerse de capital fresco y así crear más reservas de liquidez".

La cadena de suministro del talón de Aquiles
Mientras que, según Schwartz, la estabilidad de las mayores empresas automovilísticas del mundo puede asegurarse por el momento gracias a las medidas de apoyo gubernamentales, la situación de los actores más pequeños del mercado es cada vez más preocupante: "La industria automovilística mundial es un sistema muy complejo y altamente internacionalizado con muchos actores, y no todos son tan fuertes financieramente como las grandes empresas". Mantener este sistema viable es ahora el mayor desafío. En vista de los cierres de fronteras y la enorme agitación económica, por ejemplo en España e Italia, esta es una tarea hercúlea, dice Schwartz: "Cuando se espere que la producción se reanude dentro de unas semanas, quedará claro si las cadenas de suministro han aguantado". En el peor de los casos, las plantas de automóviles se paralizarían a los pocos días de su puesta en marcha porque faltan piezas esenciales. Schwartz teme una ola de quiebras tanto entre proveedores como entre concesionarios de automóviles. "No todo el mundo podrá salvarse, la tendencia hacia la consolidación se acelerará: tan pronto como pase lo peor, veremos adquisiciones y fusiones nacidas de la necesidad. La pandemia del coronavirus será un catalizador para una sacudida del mercado en muchos segmentos".

Los beneficios cayeron significativamente en 2019
La crisis actual está acelerando una tendencia a la baja que ya era evidente desde hace tiempo: los beneficios de las empresas automotrices ya habían caído significativamente el año pasado, en total un 13 por ciento, y la rentabilidad había caído a su nivel más bajo desde 2009. "Los márgenes ya estaban bajo una fuerte presión antes de la crisis del coronavirus", observa Schwartz. Diez de las 17 empresas analizadas registraron una disminución de sus beneficios y una empresa se encontraba operativamente en números rojos. La razón fueron a menudo altas inversiones en electrificación y digitalización, pero también efectos especiales, como problemas heredados de la crisis del diésel. En consecuencia, muchas empresas ya se habían embarcado en duras medidas de austeridad antes del estallido de la pandemia, que también incluyeron recortes de empleos. "Ante la actual caída de las ventas, todo se está poniendo a prueba: hay que reducir los costes", afirma Schwartz. Sin embargo, recuerda las experiencias de crisis anteriores: "No debemos ahorrar en lugares equivocados. Los proyectos estratégicamente importantes, por ejemplo en los ámbitos de la electrificación y la digitalización, deben seguir teniendo la máxima prioridad. Pasará un tiempo después de la crisis, y entonces las empresas que puedan hacer ofertas atractivas y competitivas tendrán éxito".